La rotura del tendón de Aquiles (parcial o completa) es una lesión no tan rara entre la población, de hecho cada vez se dan más casos debido a la práctica de deporte ocasional sin calentamiento previo ni preparación física adecuada. Esta lesión es mucho más frecuente entre las personas que hacen deporte como una forma de ocio, aunque no es raro que aparezca en gestos súbitos que implican a esta musculatura y explicaré más adelante.
Se trata de una lesión que afecta a la parte posterior de la pierna cercana al tobillo. Como he comentado ocurre con más frecuencia en las personas que practican deportes recreativos o de ocio, hoy día es frecuente en pádel, fútbol o incluso al saltar en cualquier momento se haga deporte o no.
Anatomía
Los músculos gastronemios se unen al sóleo en su porción distal para insertarse en el calcáneo formando el denominado Tendón de Aquiles. Los músculos gastronemios tienen la particularidad de ser biarticulares, es decir que sobrepasan dos articulaciones (la rodilla y el tobillo). La disposición de este grupo muscular bajo una extrema y rápida contracción excéntrica (rodilla en extensión y tobillo en dorsiflexión) produce una sobrecarga de distracción, la cuál ha sido referida como causante de la disfunción del tendón.
El tendón de Aquiles es un cordón fibroso fuerte que conecta los músculos de la parte posterior de la pantorrilla con el hueso del talón. Este tendón se puede romper por completo o parcialmente.
Si tuvieras una ruptura del tendón de Aquiles, sentirías un crujido o chasquido en la zona, seguido de un dolor inmediato agudo en la parte posterior del tobillo y la pierna que suele afectar a tu capacidad para caminar correctamente. La cirugía es a menudo la mejor opción de tratamiento para reparar una rotura total del tendón de Aquiles. Para muchas personas, sin embargo, el tratamiento no quirúrgico funciona igual de bien, siempre pensando en población que no realiza deporte o teniendo en cuenta factores como edad, tipo de rotura y actividad futura a realizar.
SINTOMAS
Lo más habitual es:
· Dolor intenso en el momento de la rotura.
· Un ruido seco o chasquido cuando ocurre la lesión, sensación de pedrada o golpeo en el talón sin existir traumatismo alguno.
· Inflamación cerca del talón, región aquílea, asociado con una discontinuidad que llamamos signo del hachazo.
· Incapacidad de doblar el pie hacia abajo o «empujar» la pierna lesionada al caminar.
· Incapacidad para ponerse de pie en puntas de pie sobre la pierna lesionada.
Es obvio que se debe acudir al médico lo antes posible si se siente un crujido o chasquido en el talón, especialmente si no puede caminar bien después porque aunque a veces hay fibras que mantienen el tendón con continuidad mientras antes se valore mejor.
CAUSAS
La etiología de las rupturas espontáneas del tendón deAquiles continúa siendo desconocida, pero las causas pueden ser simples o multifactoriales. Tres factores han sido involucrados en predisponer a un individuo a sufrir esta lesión.
1. Mecánico, en el cual una contracción súbita e intensa del complejo músculotendinoso puede generar una tensión excesiva en el tendón y lesionarlo en presencia de un mecanismo inhibidor de la contracción alterado, Y por microtraumatismos repetitivos secundarios a un sobreuso.
2. Vascular, las lesiones del tendón de Aquiles son comúnmente limitadas a un segmento hipovascular o “zona crítica”, comprendida entre 2 y 6 cm de su inserción en el calcáneo,
3. Integridad de los tejidos, varios estudios han revelado que los tendones que se rompen tienen cambios degenerativos preexistentes que incluyen: degeneración hipóxica, degeneración mucoide, tendolipomatosis y calcificaciones
Los factores de riesgo
1. Actividad deportiva (45 – 85%), especialmente en deportistas de fin de semana.
2. Presencia de áreas previas de tendinosis o degeneración intratendínea.
3. Utilización de corticoides en forma local (infiltraciones) o, menos frecuentes,sistémica.
4. Uso de fluoquinolonas como el ciprofloxacino.
5. Antecedentes de gota, la presencia de tenosinovitis y acúmulo de cristales de ácido úrico a nivel del tendón causan la ruptura.
6. Presencia de un pie hiperpronado.
7. Artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, quizá esté influido por el tratamiento con corticosteroides.
DIAGNOSTICO
Como en todos los casos es fundamental la historia clínica y la exploración. El paciente llega con dolor en la zona, tumefacción e imposibilidad para caminar. Se caracteriza el episodio por:
• No hay traumatismo directo.
• El deportista cae de inmediato, pero puede incorporarse de inmediato e inclusive caminar (aunque le es imposible caminar de puntas).
• Dolor, aumento de volumen en zona del talón hacia la pierna.
• Separación de los fragmentos del tendón al explorarlo (deslizar con la palma de la mano el tríceps sural en dirección proximal hacia la rodilla). SIGNO DEL HACHAZO
• La flexión plantar no es posible si el tendón está roto.
Es característico que el paciente te comente la sensación de haber recibido una pedrada, patada o golpe, unido a un chasquido.
La valoración clínica del médico se basará en la inspección de la zona apreciando el llamado signo del hachazo si la rotura es completa, prueba de Thompson y signo de hiperdorsiflexión del tobillo, principalmente en los casos crónicos, en los cuales la prueba de Thompson puede confundirnos con una lesión parcial del tendón de Aquiles por la acción flexora de los tendones posteriores que permanecen íntegros.
Si hay alguna duda sobre el alcance de la lesión en el tendón de Aquiles – ya sea total o parcialmente roto – podemos recurrir a la ecografía o RM según criterios médicos. En multitud de casos es tan evidente que no precisa estos estudios.
TRATAMIENTO
El mejor tratamiento para una ruptura del tendón de Aquiles a menudo depende de su edad, nivel de actividad y la gravedad de su lesión. En general, los más jóvenes y personas activas suelen optar por la cirugía para reparar un tendón de Aquiles roto completamente, mientras que las personas mayores son más propensos a optar por un tratamiento no quirúrgico.
Tratamiento no quirúrgico
No se realiza para roturas completas en deportistas pero sí puede optarse en personas mayores y en casos individualizados.Este enfoque generalmente involucra el uso de un yeso o una bota para caminar con cuñas para elevar el talón, lo que permite que los extremos del tendón cicatricen. Este método puede ser eficaz, y que evita los riesgos, tales como infección, asociados con la cirugía. Sin embargo, la probabilidad de re-ruptura puede ser mayor con un enfoque no quirúrgico y la recuperación puede posterior puede ser más complicada. Cada vez más indicamos la aplicación de PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO en este tipo de lesiones para una más rápida y segura recuperación.
Tratamiento quirúrgico
La cirugía es el tratamiento común para una rotura completa del tendón de Aquiles. El procedimiento general consiste en hacer una incisión en la parte posterior de la pierna y suturar los extremos del tendón. Dependiendo de la condición del tejido desgarrado, la reparación puede ser reforzada con otros tendones. Gracias al avance de las técnicas ECOGRÁFICAS existe la posibilidad incluso de sutura bajo guía ecográfica sin realizar grandes heridas.
Hay varias técnicas utilizadas con material no reabsorbible para suturar el tendón. Si no existe un buen lecho para hacer la reparación se puede utilizar el tendón plantar delgado, flexor largo del hallux o el flexor largo de los dedos para reforzarlo. Los índices de reruptura del tendón con este tipo de tratamiento son los más bajos y, en general, son inferiores al 3%. En el postoperatorio se debe inmovilizar el tobillo en equino leve por 2 semanas sin carga, neutro por 2 semanas sin carga y, finalmente, en neutro con carga progresiva o no según rotura por 2 semanas para, posteriormente, recibir terapia rehabilitadora. Estos plazos son variables según rotura, sensaciones durante la cirugía y tipo de paciente con el que tratemos. Cada vez más indicamos la aplicación de PLASMA RICO EN FACTORES DE CRECIMIENTO en este tipo de lesiones para una más rápida y segura recuperación. Lo hacemos de forma intraoperatoria en la zona de rotura y también es posible en revisiones posteriores.
Las complicaciones quirúrgicas pueden incluir infección y daño a los nervios. Las tasas de infección se reducen en las cirugías que emplean pequeñas incisiones. La incisión suele ser algo medial, región interna al tendón para no tener problemas de cicatrización y calzado por ser zona de apoya del zapato.
Rehabilitación
Después del tratamiento, ya sea quirúrgico o no quirúrgico, un programa de rehabilitación que incluye ejercicios de fisioterapia para fortalecer los músculos de la regíon y el propio tendón de Aquiles junto a reeducación de la marcha y ganancia progresiva de balance articular y tonificación. La mayoría de las personas vuelve a su nivel anterior de actividad en un período de de cuatro a ocho meses.
PREVENCIÓN
Para reducir la posibilidad de desarrollar problemas del tendón de Aquiles, sigue estos consejos:
- Estirar y fortalecer los músculos de la pantorrilla. No rebotes durante un estiramiento.
- Varíe sus ejercicios. Alterne deportes de alto impacto, como correr, con deportes de bajo impacto, como caminar, andar en bicicleta o nadar. Evite las actividades que ejerzan tensión excesiva en los tendones de Aquiles, como la montaña al correr y actividades de salto
- Elige cuidadosamente las superficies de trabajo y actividad física.. Evite o limite correr sobre superficies duras o resbaladizas. Calzado y vestimenta apropiada .
- Aumentar la intensidad del entrenamiento lentamente. Lesiones del Aquiles comúnmente ocurren cuando una persona aumenta bruscamente la intensidad de su entrenamiento. Aumente la distancia, la duración y la frecuencia de su entrenamiento en no más de un 10 por ciento cada semana.
- Cambios súbitos de ritmo en personas sedentarias favorece la rotura del tendón.
NOTA: este post es informativo y para cualquier duda debe consultar con su médico.