Factores de Crecimiento o plasma rico en plaquetas
En la actualidad, casi todos aquellos que tenemos alguna lesión o patología musculoesquelética hemos oído o leído a través de las redes sociales y medios de comunicación el tratamiento llevado a cabo con factores de crecimiento o plasma rico en plaquetas.
Con este artículo pretendo dar respuesta a las preguntas básicas y más frecuentes que le surgen a los pacientes a la hora de asistir a una consulta para tratar su lesión.
¿Qué es el plasma rico en plaquetas o factores de crecimiento?
El plasma rico en plaquetas (PRP), también llamado factores de crecimiento, es una novedosa técnica de regeneración celular que se utiliza para acelerar la curación de lesiones musculares, tendinosas, cartilaginosas y de múltiples tejidos.
El PRP se obtiene de la propia sangre del paciente, la extracción de la misma y su posterior centrifugación permiten obtener una muestra con una concentración mayor de plaquetas que serán activadas para que liberen los factores de crecimiento que estimulan y favorecen el proceso de regeneración y reparación del tejido lesionado.
¿Cómo es el proceso?
En principio se somete al paciente a una extracción de sangre, similar a cuando nos realizamos una analítica. Esa sangre se somete a centrifugado y posterior pipeteado para seleccionar la muestra rica en plaquetas con sus factores de crecimiento que estimulen la regeneración y recuperación de los tejidos dañados.
Conseguida la muestra de PRP, la aplicaremos de forma diferente según la lesión y finalidad de su uso. Puede aplicarse de forma ambulatoria como en cualquier otra infiltración local(lesiones musculares) o articular ( rodilla, tobillo, cadera…) o como complemento en una intervención quirúrgica ( rotura Ligamento Cruzado Anterior…)
Tras una infiltración de PRP, el paciente puede hacer vida normal manteniendo un reposo relativo de 24-48 horas de la región afectada, esto quiere decir sin esfuerzos mayores a los habituales ni actividad deportiva. El dolor y efectos secundarios son similares a los de cualquier otra inyección en la zona realizada.
¿Cuántas infiltraciones?
No hay protocolos aún que marque la separación en el tiempo ni el número necesario de infiltraciones. Obviamente dependerá del tipo de lesión y localización, como orientación podría decirse que no suelen hacerse menos de 3 infiltraciones con una separación de 1 o 2 semanas entre ellas.
¿Qué patologías se benefician del PRP?
Este apartado está muy discutido en la actualidad ya que se han puesto demasiadas esperanzas en este tratamiento sin haber tenido estudios concluyentes al respecto en todas las patologías en las que se está aplicando. Multitud de estudios van encaminados a darnos respuestas sobre patologías que realmente mejoran con esta nueva terapia, número de aplicaciones y tiempo preciso entre las mismas.
En traumatología deportiva su uso se ha extendido a casi todos los tejidos que intervienen en el aparato locomotor: tendón, músculo, cartílago, hueso, ligamentos…
Las patologías en las que se está utilizando en la actualidad varían según cada especialista pero de forma genérica podemos resumir su uso en lesiones tendinosas (EPICONDILITIS, EPITROCLEITIS, TENDINOPATÍA ROTULIANA…) lesiones musculares, lesiones articulares ÓSEAS Y CARTILAGINOSAS (ARTROSIS DE RODILLA, TOBILLO, CADERA…) lesión del Ligamento cruzado anterior en el acto quirúrgico, reparación del manguito rotador…
Será el especialista en esta materia el que valore la patología y determine las ventajas que pudiera tener esta terapia.
Discusión
El tratamiento con PRP se ha instaurado como terapia en múltiples patologías, especialmente en el mundo de la traumatología deportiva. Aún faltan estudios de investigación que respalden los resultados beneficiosos y eficacia de su uso y que aseguren el control de su aplicación.
El mayor peligro en las nuevas terapias es el uso extendido a cualquier patología. En cada paciente se debe evaluar el tipo de lesión y valorar la posibilidad de éxito de las múltiples herramientas que tenemos a nuestra disposición para tratar la misma. De hecho, los que tratamos estas lesiones sabemos que el éxito para la curación es una suma de complementos que nos llevan a la mejoría paulatina de la patología ( fármacos, fisioterapia y rehabilitación, técnicas quirúrgicas, infiltraciones…)
Para aquellos que quieren saber algo más… (Insall y Scott 4ª edición)
El PRP se define por una concentración de al menos 1.000.000 de plaquetas por microlitro en 5 ml de plasma. Esto supone una concentración de tres a cinco veces superior a la cifra normal de plaquetas circulantes. Concentraciones menores no son fiables para la curación de la lesión y concentraciones mayores no mejoran la cicatrización.
El PRP se consigue mediante separación de los componentes celulares de sangre total con citrato mediante centrifugado(plamaféresis). A continuación se añade cloruro cálcico o trombina exógena par iniciar la cascada de la coagulación y así obtener un plasma rico en fibrina y plaquetas.
El PRP contiene una concentración elevada (superior a la concentración normal en plasma) de varios factores de crecimiento como factor de crecimiento derivado de plaquetas(PDGF), factor transformador del crecimiento Beta(TGF-Beta), factor de crecimiento epidérmico (EGF) y factor de crecimiento insulínico tipo I(IGF-I). Son numerosos los estudios que demuestran mejoría en la cicatrización del hueso y partes blandas.